Cultura

La tempestad del pensamiento, por «tigrillo» Vallejo

La tempestad del pensamiento de Altamirano era algo que Panchito disfrutaba. No pensaban de la misma manera, de hecho, lo criticaba por su novela Clemencia. París se volvían un lugar de discusión entre el joven y el viejo. Clemencia era la metáfora y el amor mexicano que su autor sentía por la patria. El ambiente y los paisajes mexicanos le causaban nostalgia al profesor, Panchito le decía que Parras tenía una atmosfera de sueños, que era un oasis en el desierto. El profesor filosofaba ante las respuestas joviales de Panchito. Le decía que su maestro Ignacio Ramírez, le había enseñado las mejores enseñanzas, como pronunciar en voz alta mis sentimientos.

—En ese entonces mi corazón era valiente y soñador, deseaba convertirme en un guerrero que luchaba contra las desigualdades—. Mis vivencias eran bélicas y eso fue forjando mi temple de acero. En todas las escuelas en que trabaje dejo un legado en mis muchachos, ahora en París, trato de disfrutar la vida, merezco ser feliz.

Mi vida fue un constante renacimiento, en París me gustaba sentirme erudito y ellos lo apreciaban, en México no me valoraron. Panchito lo veía deprimido y decepcionado. Difícilmente regresaría a su patria. En sus ojos se veía la nostalgia y en si interior yacía una enfermedad incurable, la tristeza. Madero, absorbía sus ideas filosóficas y entre risas de café los dos compatriotas bromeaban. Decía que no era de bronce sino de carne y hueso, por eso siempre disfrutaba lo mejor de la vida. Su amistad con escritores franceses era envidiable, mantenía cartas con Victor Hugo, hablaban de libros y poesía. Era un viejo polifacético e inquieto, en su biblioteca tenía diccionarios griegos y libros en lengua alemana.

Panchito, pensaba que era un intelectual excéntrico, en cambio Altamirano veía al párrense como un hijo, transparente y noble. Su charla era rica, pero su hogar en París era sencillo. Cuando salíamos a comer, visitábamos restaurantes austeros, era algo que el profesor le enseñaba a su alumno.