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MIT corta lazos con su homóloga de tecnología en Rusia como parte de los rechazos por la invasión a Ucrania

El Massachusetts Institute of Technology (MIT) es una de las entidades que se ha unido al rechazo de la invasión de Rusia a Ucrania, por lo que dará por finalizada la colaboración de una década con uno de los principales institutos de tecnología de Rusia.

“Este paso es un rechazo a las acciones del gobierno ruso en Ucrania”

La universidad aseguró que “está ejerciendo su derecho a terminar el Programa Skoltech del MIT” en orden a los sucesos actuales ocurridos en Ucrania en el que han muerto hasta el momento más de 160 personas.

El programa de intercambio tecnológico que comenzó en 2011 está finalizando este 2022 como una acción pública para condenar la invasión rusa, siendo parte del bloque de acciones que busca castigar al país. Según Bloomberg, esta acción daría paso a que otras universidades estadounidenses hagan lo mismo.Imagen de una nevada al exterior del MIT Cambridge, Massachusetts, U.S. (Foto: REUTERS/Nicholas Pfosi)Imagen de una nevada al exterior del MIT Cambridge, Massachusetts, U.S. (Foto: REUTERS/Nicholas Pfosi)

Además, esta acción revierte la decisión que tomó el MIT en 2019 de extender la asociación por cinco años a pesar de que tenía preocupaciones sobre el tema de seguridad y vínculos con el círculo interno del Kremlin.

El MIT está tomando medidas “con profundo pesar debido a nuestro gran respeto por el pueblo ruso y nuestro profundo aprecio por las contribuciones de los muchos colegas rusos extraordinarios con los que hemos trabajado”, según una misiva revisado por Bloomberg, que cita una decisión del presidente del MIT, L. Rafael Reif.

“Afirmamos nuestra creencia en nuestros colegas de Skoltech: son compañeros académicos que se han dedicado a un espíritu de apertura y que han contribuido con su propia experiencia y conocimiento para construir un centro académico único y pionero en Rusia”.

La colaboración incluyó subvenciones , conferencias y apoyo docente. Cabe destacar que el socio ruso del MIT, el Instituto Skolkovo de Ciencia y Tecnología, es un ancla de lo que se ha llamado “el autoproclamado Silicon Valley de Moscú”.Un soldado ucraniano caminando entre las ruinas de su país (Foto: AP /Efrem Lukatsky)Un soldado ucraniano caminando entre las ruinas de su país (Foto: AP /Efrem Lukatsky)

En Boston, los partidarios de Ucrania planean una protesta en el Common central el domingo. Un grupo de Facebook de 7.000 miembros ha cambiado su nombre de “Boston ruso” a “Boston de habla rusa”.

No hay que olvidar que también se ha barajado la posibilidad de sacar a Rusia del sistema SWIFT para obligarlos a cesar las agresiones.

La Society for World Interbank Financial Telecommunication, más conocida por sus siglas SWIFT, es una cooperativa de sociedades financieras, fundamentalmente bancos, que permite hacer transacciones internacionales.

SWIFT determina los códigos bancarios, conocidos como BIC, que son necesarios para realizar o recibir una transferencia internacional, por lo que puede llegar a ser una herramienta muy útil para Europa si quiere aislar económicamente a Rusia.Rusia podría salir del Swift  (Foto: REUTERS/Dado Ruvic/Illustration)Rusia podría salir del Swift (Foto: REUTERS/Dado Ruvic/Illustration)

A su vez el BIC es acrónimo de Bank Identifier Code, también conocido directamente como SWIFT, sirve para identificar al banco beneficiario de una transferencia y es un código internacional alfanumérico que puede constar de 8 u 11 caracteres.

En términos simples, si se saca a Rusia del SWIFT, se estaría dejando al país incluidas empresas, organizaciones, fábricas, bancos y más, sin la posibilidad de hacer transacciones internacionales, afectando directamente a su economía.

De ese modo, Rusia no podría recibir ni enviar dinero al exterior, suponiendo un grave choque para todas sus empresas y clientes, especialmente a los compradores y exportadores de petróleo y gas.

Sin embargo, algunos países como Estados Unidos y la Unión Europea no están del todo acuerdo porque la decisión no solo tendría consecuencias para los rusos, sino para la economía global.

(Con información de Bloomberg)