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Si practicarás ayuno intermitente, primero mira qué le pasará a tu cuerpo

El ayuno intermitente es una estrategia muy de moda en los últimos años, la cual consiste en reducir la «ventana de alimentación», es decir, el periodo de tiempo en el que comemos a lo largo del día.

Mira qué le pasa a tu cuerpo cuando inicias el ayuno intermitente.

El ayuno intermitente no es una dieta, sino una modificación en el patrón alimentario. Por ende, practicarlo solo afecta al timing o momento en el que se consumen los alimentos. Si piensas intentarlo, es necesario que descubras lo que le ocurrirá a tu organismo.

Las primeras horas tras el ayuno

No ocurrirá nada significativo ya que el cuerpo mantiene estables sus niveles de glucosa en sangre, utilizando los alimentos ingeridos previamente, y también a través de la glucogenólisis, proceso por el cual se degrada el glucógeno.

El glucógeno es un combustible metabólico muy importante, que se almacena principalmente en el hígado y en el tejido muscular. El primero en utilizarse en periodos de inactividad es el hepático.

Conforme van pasando las horas, aumenta la secreción de glucagón por parte del páncreas. Esta hormona tiene la función contraria a la de la insulina, o sea, eleva la glucemia de modo que esta no caiga hasta niveles peligrosos.

El ayuno intermitente cuando haces ejercicio

¿Sabías que la degradación de los triglicéridos es el motivo por el cual se dice que el ejercicio en ayunas puede favorecer la pérdida de grasa? Sin embargo, expertos afirma que, al hacer ejercicio en ayunas, durante el resto del día se pierde menos grasa y el efecto final es el mismo en ambos casos.

A medida que siguen pasando las horas, en caso de que estemos llevando a cabo alguna actividad física, seguiremos degradando parte del glucógeno, pero esta vez será glucógeno muscular. Si éste se reduce mucho y pretendemos llevar a cabo más adelante un entrenamiento de fuerza, es posible que el rendimiento se vea perjudicado.

Durante todo este tiempo en el que no comemos nada, tampoco estaremos estimulando la síntesis de proteínas musculares, y por ello deberíamos valorar tener a mano algún alimento alto en proteínas para comerlo rápidamente después de entrenar.

El ayuno intermitente y el hambre

Puede ser que algunas personas experimenten algo de hambre y ansiedad debido a un posible aumento del cortisol, ghrelina y otras hormonas y neuropéptidos orexígenos.

Esto es algo muy relativo, ya que hay personas que sufren un efecto totalmente opuesto: se sienten más saciadas haciendo comidas más grandes, pero menos frecuentes, por lo que terminan desarrollando una mejor relación con la comida.