Internacional

Tigray, la guerra olvidada, en medio del éxodo civil

El miedo volvió a recorrer entre los miles de habitantes que temían que volvieran las atrocidades cometidas por el ejército etíope, incluidas violaciones en grupo y asesinatos en masa, por lo que comenzaron a salir de la ciudad

Mekelle, Tigray. – (Agencias) Soldados del ejército de Etiopía y sus socios eritreos, tomaron el control de una ciudad clave en Tigray, en el norte del país, donde se está llevado a cabo una de las más graves crisis humanitaria sin que hasta la fecha ninguna potencia de occidente haya intervenido para detener lo que ya se califica como un genocidio.

Tras intensos ataques aéreos y bombardeos de artillería, el ejército etíope tomó la ciudad de Shire, hasta este día bajo control del opositor Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF), de acuerdo con un diplomático que habló con testigos. Esto ha generado un gran éxodo de civiles en medio de algunos de los combates más intensos desde que se rompió el alto al fuego hace cinco meses.

El miedo volvió a recorrer entre los miles de habitantes que temían que volvieran las atrocidades cometidas por el ejército etíope, incluidas violaciones en grupo y asesinatos en masa, por lo que comenzaron a salir de la ciudad durante el fin de semana, dijo un trabajador humanitario que acompañaba a la larga fila de civiles evacuados.

De acuerdo con su testimonio, tras la desesperada huida, quienes pudieron viajar en autobuses pagaron boletos de hasta 100 dólares, cuando normalmente cuestan 6 dólares. Quienes no pudieron pagarlo, se unieron a el largo peregrinar por la carretera, cargando a los hijos, que se mantenían despiertos por las lejanas explosiones.

Los autobuses se esforzaban por avanzar entre la multitud, mientras familiares tocaban las ventanas rogando al conductor que se llevaran al hijo o a una mujer embarazada, dijo el trabajador humanitario, quien habló bajo condición de anonimato por su seguridad según el diario The Washington Post.

Tras renovarse los enfrentamientos entre las fuerzas del Tigrayan y el ejército etíope, junto a sus aliados eritreos, las esperanzas de que se solucione el conflicto que ha sumido en una larga y devastadora guerra al segundo país más poblado de África, se han reducido prácticamente a cero, desestabilizando aún más la volátil región conocida como el Cuerno de África.

«La situación en Etiopía se está saliendo de control. El tejido social está siendo destrozado y los civiles están pagando un precio horrible», escribió el lunes en Twitter el secretario general de la ONU, António Guterres, después de la noticia de que Shire había caído. «Las hostilidades en Tigray deben terminar ahora, incluida la retirada inmediata de las fuerzas armadas eritreas de Etiopía».

Tras casi dos años de lucha contra el ejército etíope, Shire se encontraba en manos del Ejército de Liberación de Tigray. La ciudad es hogar de unos 100,000 residentes lugareños y unos 60,000 refugiados que han huido de sus hogares. La ciudad es la puerta de entrada de la carretera que conduce a Mekelle, la capital de Tigray. El acceso a su aeropuerto también podría ser utilizado por las fuerzas etíopes para extender significativamente el alcance y el tiempo en el aire de sus drones.

De acuerdo con un diplomático occidental, que hablo bajo la condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar, según The Post, se encuentran involucrados en los combates unos 87,500 soldados etíopes y entre 25,000 y 60,000 soldados eritreos, y, según la información de los hospitales, unos 5,000 soldados han muerto en la última ronda de combates.

Debido a que no ha habido conexiones telefónicas que funciones desde más de un año, poca información se ha recibido del territorio controlado por Tigrayan. De acuerdo con el trabajador humanitario, camiones llenos de heridos venían de la línea del frente a Tigray a principios de este mes.

El lunes, el gobierno etíope emitió un comunicado diciendo que tenía como objetivo tomar el control de los aeropuertos y otras infraestructuras en Tigray, y agregó que «actores extranjeros hostiles» no identificados habían estado violando el espacio aéreo etíope.

«Las [Fuerzas de Defensa Nacional de Etiopía] cumplen estrictamente con todas las normas y principios pertinentes del derecho internacional humanitario», agregó el comunicado. «Se han dado instrucciones estrictas a todas las unidades de combate para reforzar este compromiso». No mencionó a las tropas eritreas, a las que se ha culpado de muchos abusos anteriores.

El gobierno también dijo que estaba listo para garantizar el acceso humanitario en áreas controladas por el ejército etíope. Con los combates ahora en tres frentes, al norte, al oeste y al sur, muchos tigrianos temen por su supervivencia.

Durante los primeros ocho meses de la guerra, cuando las tropas etíopes y eritreas controlaban la mayor parte de Tigray, las Naciones Unidas, grupos internacionales de derechos humanos y periodistas documentaron muchos asesinatos en masa de civiles y violaciones en grupo, incluso en pequeñas aldeas. En ese momento, Etiopía dijo que los informes de atrocidades eran exagerados, aunque el gobierno reconoció que había arrestado a algunos soldados por varios crímenes.