Recibir una vacuna anual contra la influenza puede estar relacionado con un menor riesgo de accidente cerebrovascular (ACV). A esa conclusión llegaron investigadores de la Universidad de Alcalá en Madrid, España, luego de analizar los datos de salud de más de 75 mil personas, muchas de las cuales habían padecido un ACV en los últimos 14 años.
El estudio, cuyas conclusiones fueron publicadas en Neurology, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología, analizó el accidente cerebrovascular isquémico, que es causado por un bloqueo del flujo sanguíneo al cerebro y es el tipo de accidente cerebrovascular más común.
Francisco J. de Abajo es MD, MPH, PhD de la universidad que realizó el trabajo del cual él es autor y aseguró que “este estudio observacional sugiere que aquellos que se vacunan contra la gripe tienen un menor riesgo de accidente cerebrovascular. Para determinar si esto se debe a un efecto protector de la vacuna en sí o a otros factores, se necesita más investigación”.
Para el estudio, los investigadores observaron una base de datos de atención médica en España e identificaron a personas que tenían al menos 40 años y habían sufrido un primer accidente cerebrovascular durante un período de 14 años antes. Cada persona que sufrió un derrame cerebral se comparó con cinco personas de la misma edad y sexo. Hubo 14.322 personas que sufrieron un derrame cerebral y 71.610 personas que no tuvieron un derrame cerebral.
Luego, los investigadores observaron si las personas habían recibido la vacuna contra la influenza al menos 14 días antes del accidente cerebrovascular o antes de esa misma fecha para aquellos que no sufrieron un accidente cerebrovascular.
Los investigadores observaron que el 41,4% de los que sufrieron un ictus se habían vacunado contra la gripe, frente al 40,5% de los que no sufrieron un ictus. Pero las personas que recibieron su refuerzo anual tenían más probabilidades de ser mayores y tener otras afecciones, como presión arterial alta y colesterol alto, que las harían más propensas a sufrir un accidente cerebrovascular. Una vez que los investigadores ajustaron esos factores, encontraron que quienes recibieron una vacuna contra la gripe tenían un 12% menos de probabilidades de sufrir un derrame cerebral que quienes no la habían recibido.
“Estos resultados son otra razón más para que las personas se vacunen contra la gripe cada año, especialmente si tienen un mayor riesgo de accidente cerebrovascular”, consideró de Abajo, para quien “poder reducir el riesgo de accidente cerebrovascular al tomar una acción tan simple es muy convincente”.
Dado que el estudio fue observacional, no prueba que vacunarse contra la gripe reduzca el riesgo de accidente cerebrovascular. Sólo muestra una asociación, por lo que los autores creen que podría haber otros factores que no se midieron que podrían afectar el riesgo de accidente cerebrovascular.
Estudios anteriores habían demostrado que la gripe en sí misma puede aumentar el riesgo de un derrame cerebral, lo que sugiere que las vacunas simplemente pueden ayudar a prevenirlos al evitar que las personas se infecten en primer lugar.
Los accidentes cerebrovasculares ocurren cuando un bloqueo en una vena o un vaso reventado impide que la sangre llegue al cerebro. Por lo general, se desencadenan por una acumulación de colesterol o presión arterial alta, que debilitan las arterias y las estrechan gradualmente con el tiempo.