Washington, D.C. – (Agencias) Pertenecientes a diferentes generaciones políticas, los dos afroamericanos, Mike Espy y Jaime Harrison, los dos candidatos del Partido Demócrata al senado, donde los candidatos afroamericanos en campaña contra opositores blancos, no acostumbran a hacer referencias al racismo.
Sin embargo, Harrison ha sido explicitó. Ante una caravana de 250 carros en Lowcountry, Carolina del Sur, con una mezcla de partidarios blancos y afroamericanos, instó a solucionar los errores del pasado en el estado.
«El primer estado en separarse del estatus», dijo Harrison en medio de una cacofonía de excitados seguidores, «porque seremos el primer estado en este gran país que tendrá dos senadores afroamericanos sirviendo al mismo tiempo, y usted hará que eso suceda».
Espy, un día después, hablando a una audiencia igualmente diversa en el norte de Mississippi, llamó a la senadora Cindy Hyde-Smith, su oponente republicana, “un anacronismo”.
«Ella es alguien que cree en volver a los viejos tiempos», dijo, criticando a su rival republicana por revindicar al Sur de la época de la Guerra Civil y no definirse en el debate sobre la bandera estatal de Mississippi, que hasta este verano incluyó el emblema de los confederados. «Necesitamos un Mississippi que sea más inclusivo, más diverso, más acogedor».
En el Sur, se está llevando a cabo un cambio político que podría tener un impacto más allá de las elecciones. Los demócratas han nominado a varios afroamericanos como candidatos al Senado, en una región donde preferían nominar a blancos moderados. Ahora, estos candidatos se han vuelto competitivos en estados conservadores y lo hacen hablando explícitamente sobre racismo.
Con los nombramientos de Harrison, presidente estatal del partido; Espy, exsecretario de agricultura; y del reverendo Dr. Raphael Warnock, candidato demócrata al Senado por Georgia, a escaños que no habían sido competitivos en décadas, han puesto nerviosos a los republicanos.
Los candidatos demócratas afroamericanos al Senado también han surgido en Tennessee, donde Marquita Bradshaw compite por un escaño, y en Luisiana, donde el alcalde de Shreveport, Adrian Perkins, entró tarde en la carrera.
Con los dos republicanos afroamericanos compitiendo por escaños en Michigan y Rhode Island, son siete candidatos afroamericanos importantes que se postulan para el Senado este año.
Esto es notable en una parte del país que tiene, tanto la mayor concentración del voto afroamericano, como una historia de violencia hacía los candidatos afroamericanos que compiten en el estado. Tan fuerte ha sido la resistencia que los demócratas han reclutado a afroamericanos para un futuro en el mejor de los casos.
