Potsdam, Alemania. – (Agencias) Activistas ambientalistas ahora han hecho de Claude Monet, famoso pintor francés del impresionismo, el blanco de sus protestas con alimentos, luego de que ambientalistas alemanes arrojaran pure de papas sobre una de sus pinturas en el museo de Potsdam el domingo.
Nueve días después de que los activistas de Just Stop Oil arrojara pure de tomate sobre el cuadro Los Girasoles de Vincent van Gogh en la National Gallery en Londres, dos de sus homólogos alemanes de Letste Generation (Última Generación) entraron en el Museo Barberini y lanzaron el puré de papas al cuadro Les Meules (Pajares) de Monet antes de pegarse las manos a la pared.
Los manifestantes dijeron que el acto fue hecho como una llamada de atención ante una catástrofe climática. “La gente se muere de hambre, la gente se congela, la gente se muere”, dijo uno de los activistas en un video del incidente realizado por Letzte Generation.
“Estamos en una catástrofe climática y lo único que te da miedo es la sopa de tomate o el puré de patatas en un cuadro. ¿Sabes a qué le tengo miedo? Tengo miedo porque la ciencia nos dice que no podremos alimentar a nuestras familias en 2050”, dijo el manifestante. “¿Se necesita puré de papas en una pintura para que escuches? Este cuadro no va a valer nada si tenemos que pelearnos por la comida. ¿Cuándo finalmente comenzarás a escuchar? ¿Cuándo finalmente comenzarás a escuchar y dejarás de hacer lo de siempre?”
El grupo dijo que había decidido hacer de “este Monet el escenario y el público la audiencia” para tratar de transmitir su mensaje. “Si se necesita arrojar puré de papa o sopa de tomate sobre una pintura para recordarle a la sociedad que el curso de los fósiles nos está matando a todos, entonces le damos puré de papa sobre una pintura”, agregó.
Un portavoz del museo dijo que la pintura estaba protegida por vidrio y, dijo más tarde, que no parecía haber sufrido daños. El portavoz dijo que la policía había llegado rápidamente y que las manos de los manifestantes se desprendieron de la pared «con relativa facilidad».
El año pasado, miembros de Letzte Generation realizaron una huelga de hambre frente al edificio del Reichstag en Berlín para protestar por la falta de acción política ante la emergencia climática. A principios de este año, se pegaron a algunas de las autopistas más transitadas de Alemania.
El grupo, que acusa al gobierno alemán de ignorar todas las advertencias y llevar al país «al borde del abismo», dice que es parte de la última generación que puede evitar que la sociedad se derrumbe. “Frente a esta realidad, aceptamos altas [multas], cargos penales y privación de libertad sin desanimarnos”, dice en su sitio web .
