Ischia, Italia. – (Agencias) Mientras sigue la búsqueda de cinco personas que permanecen aún desaparecidas continuaba tras el mortal deslizamiento de tierra en la isla de Ischia, al sur de Italia, la ira crecía entre la población tras acusar a los años de construcción ilegales desenfrenada de contribuir en el desastre.
La catástrofe del sábado dejó siete personas muertas, incluido un bebé de tres semanas y un par de hermanos pequeños. El deslizamiento de tierra fue provocado por una violenta tormenta que arrojó lodo y escombros desde el Monte Epomeo, con un pico de unos 789 metros, que chocó contra la aldea de Cassamicciola Terme.
Una víctima, Eleonora Sirabella, de 32 años, fue identificada. Los otros, que incluyen a los padres del niño, una niña de cinco años y su hermano de 11 años, un residente de la isla de 31 años y un turista búlgaro, aún no han sido identificados oficialmente.
“El barro y el agua tienden a llenar todos los espacios”, dijo Luca Cari, portavoz de los bomberos italianos, a la televisión estatal RAI el domingo. “Nuestros equipos están buscando con esperanza, aunque sea muy difícil”.
El nuevo gobierno de Giorgia Meloni, que asumió el poder en octubre, declaró el estado de emergencia el domingo y agregó que ha reservado 2 millones de euros (unos 2.1 millones de dólares), el primer paquete de un fondo que se aplicará en reparar los daños.
Pero para muchos, el movimiento es demasiado pequeño y demasiado tarde. “Estoy furioso”, dijo Franco, mientras limpiaba el lodo de la entrada de lo que fue un hotel propiedad de su familia. “Esta es la segunda vez que tengo que hacer esto: después del derrumbe de 2009, hicieron muchas promesas para hacer que el área fuera más segura. Sabían los riesgos, pero no hicieron nada”.
De acuerdo con la información, la tormenta que continúo a días de fuertes lluvias en gran parte de Italia, ha sido calificada como la peor en 20 años en la isla de Ischia, en el Golfo de Nápoles, con 126 mm de lluvia en seis horas.
Casamicciola Terme es la residencia de poco más de 2,000 personas y se encuentra en un área de la isla conocida por sus aguas termales naturales y popular entre los turistas italianos y extranjeros, que es extremadamente vulnerable a los deslizamientos de tierra y la actividad sísmica. Se registraron setenta y dos deslizamientos de tierra ocurridos en la aldea entre 2018 y 2021.
Se ha culpado a la cantidad de casas y otros edificios construidos ilegalmente, estimados en 28,000 en toda la isla, de aumentar los daños. “Han estado dando permisos a la gente para construir ilegalmente desde la década de 1920”, dijo Vincenzo Capuano, mientras evaluaba las instalaciones destruidas de lo que fue su asociación cultural. “Así que no estamos hablando de unos pocos años. Estos fueron permisos otorgados para casas, hoteles, lo que sea”.
La construcción ilegal también hizo que los árboles, que juegan un papel esencial como contrafuertes para reducir el riesgo de deslizamientos de tierra, fueran derribados. Los expertos también dicen que un estudio geológico que evalúa los riesgos en el área se realizó por última vez hace 20 años.
“Esta es una región predispuesta a los deslizamientos de tierra”, dijo Micla Pennetta, profesora de geomorfología en la Universidad Federico II de Nápoles. “Gran parte de la devastación del pasado ha influido en la morfología actual de Ischia. La actividad sísmica también juega un papel, pero además de los aspectos naturales tenemos la deforestación y la posterior cementación, lo que redujo la capacidad de absorción del agua, lo que le permitió llegar rápidamente a las carreteras y las casas, causando daños extremos”.
Pennetta agregó: “No solo no se actualizó el mapa geológico hecho hace 20 años, sino que nunca se detalló lo suficiente como para identificar adecuadamente los riesgos. Y si no se hacen los estudios adecuados, entonces la gente puede construir donde quiera”.
Ischia tiene una población de alrededor de 22,000 habitantes y aunque atrae mucha menos atención que su vecino más deslumbrante, Capri, a lo largo de los años la isla ha atraído a una multitud que prefiere vacaciones más discretas, incluida la excanciller alemana Angela Merkel, y que quiere para experimentar sus aguas termales naturales.
La isla disfrutó de un sólido comercio turístico este verano, la temporada más activa desde el comienzo de la pandemia de coronavirus.
