Palm Beach, Florida. – (Agencias) Tras años de insistir que le fue robada por un gran fraude electoral, Donald Trump anunció que va por la presidencia de Estados Unidos en 2024. Trump, que ha sido señalado directamente de querer dar un golpe de estado el 6 de enero de 2021, cuando fue atacado el Capitolio; dos veces enfrentó un juicio político o impeachment, acusado de haber sido favorecido por Rusia en 2016, de 76 años, declaró oficialmente su candidatura.
El anuncio lo hizo en su residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida, el lugar donde se encontraron documentos clasificados y ultrasecretos, planes de las defensas nucleares de países no amigos. Lo hace un momento de debilidad política tras el resultado de las elecciones intermedias donde enfrentó duras derrotas de sus candidatos, todos negacionistas de las elecciones de 2020, a puestos de elección federal y local, con pérdidas de gobernaturas importantes. Desde entonces enfrenta acusación de los propios republicanos quienes lo culpan de la derrota.
El reto está hecho, de nueva cuanta podrían verse las caras el actual presidente Joe Biden y el derrotado Donald Trump. El presidente Biden está listo para implementar lo que algunos de sus principales asesores llaman “el proyecto Trump”.
Tras pasar gran parte del año enfrentando a la agenda “Ultra-MAGA” (Make America Great Again), el movimiento de Trump, apuntando a senadores, gobernadores y legisladores estatales republicanos, ahora volverá a centrar su atención a su viejo y nuevo contrincante: el propio “Mr. Make America Great Again”. Dentro del ala oeste, un grupo de asesores se preparan para lo que Biden y la Casa Blanca deberá responder a lo que esperan sea una oleada constante de invectivas del expresidente, ahora que es precandidato oficia, señaló el diario The Washington Post.
Fiel a su estilo, Trump inició casi de inmediato los ataques en su discurso de anuncio de su candidatura. Acusó a “Biden y los lunáticos de izquierda radical que llevan a nuestro país al suelo”. «Este regreso comienza ahora mismo», dijo Trump el martes por la noche en su resort Mar-a-Lago. «Para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y glorioso, esta noche estoy anunciando mi candidatura a la presidencia de los Estados Unidos», dijo.
Según escribe The Post, la candidatura de Trump, un expresidente derrotado que se postula de nuevo mientras enfrenta una posible acusación penal, no tiene precedentes en la historia del país. Trump se convierte así en el primer expresidente en postularse tras perder su reelección desde Theodore Roosevelt y el primero desde Grover Cleveland en hacerlo inmediatamente después e perder su reelección.
Pocas horas antes del anuncio de Trump en martes, Biden publicó en su cuenta política de Twitter un video burlándose de las afirmaciones del expresidente de que él había hecho algo sobre la infraestructura en ruinas de la nación. En el video, titulado “La diferencia de hablar y entregar”, se ve a Biden firmando la ley de infraestructura de 1 billón de dólares, en contraposición de una serie de clips del expresidente Trump usando la palabra “infraestructura”. En medio del discurso de Trump, la cuenta de Twitter de Biden publicó otro video, titulado «Donald Trump le falló a Estados Unidos», que muestra escenas de los disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio.
Por su parte, dentro del Partido Republicano estan haciendo esfuerzos por dejar atrás a Trump después de los decepcionantes resultados de las elecciones intermedias. David McIntosh, presidente del conservado Club for Growth, dijo que una investigación del grupo mostró que los ataques de Trump a otros republicanos estaban afectando su apoyo y se unieron al pedido de que retrasara su anuncio hasta después de las elecciones de segunda vuelta para el senado en Georgia.
De acuerdo con The Washington Post, muchos de los principales donantes del partido, que a menudo no mostraban ser admiradores de Trump para empezar, han comenzado conversaciones privadas sobre la mejor manera de dejarlo a un lado para una nueva generación de lideres conservadores, entre ellos Ron DeSantis, su estrella del sur, según declararon personas en contacto con ellos.
A pesar de esto, Trump entra a la carrera presidencial con ciertas ventajas. Tiene acumulado un cofre de guerra de 69 millones de dólares que estará prohibido que lo gaste en su campaña, pero podrían redirigirse a una gran PAC (comités de acción política) que apoye su candidatura sin coordinación directa. Tiene una enorme base de datos de donantes que su grupo construyó y sigue siendo el mejor recaudador del partido, apareciendo frecuentemente en reuniones de recaudación de otros candidatos y comités.
Sin duda es el mayor atractivo de su partido para los mítines, llenándolos de sus fanáticos, y su respaldo fue exitoso en muchas primarias republicanas, incluso si muchos de ellos perdieron. El 66% de los republicanos e independientes de tendencia republicana dijeron que se consideraban partidarios del movimiento MAGA (Make America Great Again), según las encuestas de salida de AP VoteCast.
