Internacional

Ejecuciones públicas y azotes de nuevo en Afganistán

El Talibán ha estado buscado el reconocimiento internacional y desesperadamente el apoyo económico, por lo que se abstuvo de realizar los brutales castigos, que fueron comunes en su primer periodo en el poder de 1996 a 2001

Kabul, Afganistán. – (Agencias) De nueva cuenta aparecen las ejecuciones y azotes públicos en Afganistán. El régimen talibán ha intensificado el ritmo y la severidad de los castigos de la Sharia, la ley de los talibanes, llevando a cabo su primera ejecución pública desde que retomaron el poder en 2021.

Un asesino convicto fue ejecutado por el padre de la víctima el miércoles, seguido al día siguiente por latigazos a 27 hombres y mujeres en un estadio de futbol por delitos que incluían adulterio, robo, uso de drogas y huir de casa.

La ejecución del asesino en la provincia de Farah, no de dio el nombre, fue sentenciado a muerte después de ser acusado hace cinco años y tres recientes audiencias judiciales. El encargado de aplicar la pena de muerte fue el padre de la víctima de acuerdo con el principio islámico legal de ‘qisas’, que permite la retribución a los ofendidos por el crimen. Le disparo tres veces mientras la multitud observaba.

La ejecución causó rechazo en el occidente. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU, a través de un comunicado, la calificó como ‘profundamente perturbador’ y declaró que todas las ejecuciones públicas ‘constituyen una forma de castigo cruel, inhumano o degradante”. Instó a las autoridades talibanas a suspender de inmediato las ejecuciones y a prohibir la pena de muerte.

El Talibán ha estado buscado el reconocimiento internacional y desesperadamente el apoyo económico, por lo que se abstuvo de realizar los brutales castigos, que fueron comunes en su primer periodo en el poder de 1996 a 2001, cuando una fuerza de la OTAN, encabezada por Estados Unidos decidieron invadir a Afganistán tras el ataque a la Torres Gemelas.

Sin embargo, los talibanes inauguraron el pasado 23 de noviembre el regreso con orgullo a la controvertida practica de invitar tanto a afganos prominentes, como a ciudadanos locales, a presenciar la flagelación de nueve hombres y tres mujeres por diversos delitos en un estadio deportivo en la provincia de Logar, a una hora en automóvil de Kabul, la capital.

A través de las redes sociales, desde la oficina del gobernador de Logar, se envió las invitaciones a «honorables eruditos, muyahidines, ancianos, líderes tribales y habitantes locales». Desde entonces, castigos públicos similares, ordenados por tribunales talibanes, se han llevado a cabo públicamente en provincias rurales dispersas, incluidas Parwan, Farah y Paktia. 

Los informes de los medios de comunicación de diferentes lugares han mostrado imágenes de multitudes que miraban mientras hombres con látigos golpeaban a mujeres sentadas cubiertas con burkas o a hombres tendidos boca abajo en el suelo. Funcionarios importantes viajan a menudo para observar los procedimientos.

Por su parte, los portavoces de los talibanes han defendido estas acciones como apropiadas y requeridas por la ley islámica, la Sharia, y han acusado de una falta de respeto a su religión y a sus leyes a los países de occidente.

En un tuit el jueves, Zabihullah Mujahid, el principal portavoz de los talibanes, dijo que los críticos extranjeros de los castigos islámicos tienen «información insuficiente» sobre el Islam o «no respetan las creencias, las leyes y los asuntos internos de los musulmanes, lo cual es una injerencia en los asuntos internos». .” También dijo que “incluso América y Europa tienen la pena de muerte”.