Milán, Italia. – (Agencias) El “boss” asesino, el cerebro de la feroz guerra entre los clanes de Scampia, Cosimo Di Lauro, de 49 años, murió el lunes en la prisión de Ópera de Milán, donde se encontraba cumpliendo una condena desde el 21 de enero de 2005 por instigar los primeros asesinatos que condujeron a la guerra entre su clan y el grupo incidido de Amato-Pagano. Di Lauro saltó a la fama por haber interpretado el papel de capo en la película “Gomorra” De Roberto Saviano.
El lunes, sus abogados Severio Senese y Salvatore Pettirrosi recibieron un fax clasificado como “Muy urgente”. Di Lauro se encontraba bajo el régimen de máxima seguridad. Solo cuatro líneas escritas: Asunto: «Recluso en 41 bis Cosimo Di Lauro, nacido en Nápoles el 8 de diciembre de 1973. Con referencia al interno indicado en el asunto, le informamos de que hoy a las 7.10 AM se constató su muerte. Saludos cordiales».
El jefe de “la trenza”, que el día que fue detenido traía puesto una chaqueta de cuero y pantalones vaqueros, y que se convirtió en el primer icono del crimen de la era Internet, fue encontrado muerto en su celda, de acuerdo con los funcionarios. Hasta el momento se desconoce las causas de la muerte. De acuerdo con sus abogados, habían solicitado atención psicológica con las sospechas de que sufría algún trastorno mental. La petición nunca fue atendida.
Sigilo sobre las causas.
Di Lauro sufría alucinaciones, se negaba a asistir a terapia y no quería ver a sus familiares, según sus abogados. En 2018, enviaron a los jueces del tercer Tribunal de lo Penal de Nápoles una solicitud para “suspender el juicio y dispusieran de un informe psiquiátrico” para determinar las condiciones de salud de Di Lauro y su capacidad para asistir “conscientemente al proceso”. «Toma dosis masivas de medicamentos psiquiátricos administrados durante años como paciente psiquiátrico», concluía la solicitud.
Por lo que, la defensa creía que no debía permanecer en la cárcel y debía recibir de inmediato tratamientos específicos. Las causas de la muerte serán determinadas por la autopsia. El 15 de enero de 2008, hace ya más de diez años, llegó un informe pericial de parte que demostraba «cómo las condiciones de salud actuales, lejos de nacer repentinamente o como resultado de una simulación, son más bien el resultado de un proceso lento». De acuerdo con el reporte médico, Di Lauro sufría de ansiedad, trastornos mentales y comportamientos extraños, “como reírse a carcajadas incluso a medianoche”.
La Fiscalía de Milán ha ordenado una consulta medicolegal toxicológica para esclarecer las causas de la muerte, así como las condiciones de salud en el último periodo de Di Lauro. El fiscal Roberto Fontana ha abierto un expediente por homicidio culposo contra quien resulte responsable, un acto prudencial para, dijo, practicar la autopsia. Según el medio español El Mundo, se sabe que, en el cuerpo del capo y en la celda, no se encontraron señales o elementos que pudieran hacer sospechar de un suicidio o muerte violenta.
Condenado a dos cadenas perpetuas.
Cosimo Di Lauro fue condenado a dos cadenas perpetuas. La primera condena fue por el asesinato de Massimo Marino, primo de Genaro, conocido como “Mekey”. El crimen fue en venganza del doble asesinato de Fulvio Montanino y Claudio Salierno, el primer amigo de la infancia de Di Lauro. Decidió asesinar a Marino también porque Genaro había sido detenido.
Su segunda condena perpetua fue por el asesinato de Mariano Nocera, hombre del clan Abete-Abbinante. A este último lo mató porque no obedeció una orden, ya que, quería tener la última palabra sobre cada actividad en el barrio.
También, fue acusado por la muerte de la madre de otro capo mafioso, Carmela Actriz, asesinada por esconder a su hijo de la furia de la camorra durante una guerra entre los clanes que dejó más de 100 muertes en menos de un año.
Di Lauro fue totalmente absuelto del asesinato de Gelsomina Verde y del asesinato de Attilio Romanò, víctimas inocentes de la camorra. La primera fue torturada, asesinada y quemada porque no quiso revelar el escondite de un hombre del clan contrario al que conocía, y el segundo fue asesinado en una tienda de teléfonos porque lo confundieron con otro.
