Tampa, Florida. – (Agencias)En un hecho inusual, durante 20 minutos, un jurado en Tampa, Florida, escuchó a un niño de 11 años dar su versión de los hechos de los que había sobrevivido hacía tres años, y ser interrogado por el acusado: su papá.
Escuchar como una ráfaga de escopeta golpeaba a su mamá, ver como herían fatalmente en la cabeza a su hermana con una hacha y sentirse empapado de gasolina y prenderse en llamas.
Ronnie Oneal III, su papá, está acusado de esos crímenes. Después de escuchar el testimonio desgarrado del niño ante los fiscales, Oneal se levantó para interrogarlo directamente,
“¿Te lastimé la noche del incidente?”, pregunto Oneal al niño, Ronnie Oneal IV.
“SI, me apuñalaste papá”, contestó el niño.
Una situación inusual en un juicio inusual. Todo se origina en la decisión de la jueza de circuito de Hillsborough, Michelle Sisco, de permitir a Oneal, acusado de asesinato, se representara a sí mismo, ya que, dijo, “mentalmente estaba bien, con suficiente educación y entendía las consecuencias de tal hecho”.
Oneal está siendo juzgado por el asesinato de su novia Kenyatta Barron, de 33 años, y a su hija de 9 años. Ron´Niveya Oneal, así como herir gravemente a su hijo, prenderle fuego y apuñalarlo, el 18 de marzo de 2018, de acuerdo con The Washington Post.
De acuerdo con los expertos legales, el espectáculo de la representación de sí mismo de Oneal en un caso tan grave, y luego tener la oportunidad de interrogar directamente a su hijo sobre el ataque, es extremadamente inusual.
«Si ves este juicio y te preguntas: ¿Cuántas veces un padre interroga a su propio hijo y cuestiona su verdad y veracidad? Si tuviera que tomar un millón de casos en el sistema de jurisprudencia de los Estados Unidos, sería menos del 0000001 por ciento», dijo Kevin Hayslett, un abogado criminalista, a 10 Tampa Bay.
El 18 de marzo de 2018, Oneal le disparó a su novia en su casa en Riverview, un poblado al sur de Tampa. Herida trató de huir pero él la persiguió, la alcanzó en la propiedad del vecino y luego la golpeó hasta matarla.
Después, regresó a la casa y mató a su hija, una pequeña de 9 años, que era autista y tenía dificultades para caminar, con una hacha tipo militar. Entonces apuñalo a su hijo, empapó la casa y a él, y les prendió fuego.
Los agentes del sheriff respondieron a las llamadas del 911 y arrestaron a Oneal. También encontraron a su hijo que tenía entonces 8 años, saliendo de la casa con graves quemaduras y una herida abierta en el estómago.
Más tarde, el niño fue adoptado por uno de los detectives que llevó el caso, según The New York Times.
El miércoles, en el juicio, Oneal se abalanzó con los documentos oficiales en la mano sobre la pantalla de televisión donde apareció su hijo, sentado en una mesa desde un centro de recuperación de víctimas de violencia infantil.
Tratando de congraciarse con el niño primero, para después intentar desmentir su testimonio.
“¿Cómo estas Ronnie?”, le dijo.
“Bien”, contesto el niño.
“Es bueno verte, hombre”, dijo Oneal.
“A mí también verte a ti”, contrastó el niño.
Entonces trató de exponer inconsistencias en el testimonio que el niño había dicho previamente a los detectives, que “vio” a Oneal matar a su madre.
«¿Me viste golpear a tu mamá?» Oneal preguntó.
«No», respondió el niño.
«¿Me viste dispararle a tu mamá?
«No».
El comportamiento tranquilo, casi cono de un verdadero abogado, de Oneal contrastaba con las extrañas y furiosas declaraciones dos días antes en la corte.
En esa ocasión, acusó a los detectives de manipular la evidencia y argumentó que había sido la mamá la que ataco y que él se defendió.
«¡La evidencia va a demostrar que estamos bajo el gobierno más vicioso, mentiroso, ficticio que jamás hayas visto!» Oneal gritó en la sala del tribunal el lunes.
«Para cuando todo esté dicho y hecho, ¡verás quiénes son los asesinos en masa en Tampa Bay!»