Internacional

La poderosa industria del gas doblega a Biden

La retórica del presidente Biden, que se presentó como profundamente comprometida con la lucha contra la crisis climática, había “cambiado sustancialmente” en solo una semana, dijo Hutchinson

Washington, D.C. – (Agencias) Apenas los tanques y los vehículos blindados rusos atravesaban la frontera ruso-ucraniana, cuando las compañías de combustibles fósiles, gas y petróleo, en Estados Unidos ya habían entrado en acción. Habían enviado una carta a la Casa Blanca rápidamente, instando a una escalada en la producción de gas y las exportaciones a Europa antes de una “crisis energética”.  

La carta, fechada el 25 de febrero de 2022, apenas un día después de iniciado la operación militar rusa en Ucrania señalaba la “coyuntura peligrosa” del momento antes de entrar a una serie de demandas: más perforaciones en tierras públicas estadounidenses; la rápida aprobación de las terminales de exportación de gas propuestas; y la presión sobre la Comisión Federal Reguladora de Energía, una agencia independiente, para que dé luz verde a los gasoductos pendientes. En una audaz imaginación de los autores, decía que, para el invierno de 2022, debería haber “gasoductos transatlánticos virtuales”.

Terminal en Rio Grande, Texas de GNL

Seis meses después, la invasión rusa se encuentra estancada o retirada, pero la industria del gas en Estados Unidos ha logrado casi todos sus objetivos. El presidente Joe Biden adoptó las principales demandas de la industria de combustibles fósiles como medidas políticas. Se allanó el camino para nuevos gasoductos e instalaciones de exportación, se estableció un nuevo grupo de trabajo para acelerar la exportación de gas a Europa y se aprobó un fondo de 300 millones de dólares para ayudar a construir infraestructura del gas en todo el continente.

Fred H. Hutchinson, presidente de LNG Allies, el grupo de industriales del gas que envió la carta dijo jubiloso, solo tres semanas después de haber comenzado las presiones militares y de cabildeo: «Ni siquiera puedo comenzar a decirles cuánto ha cambiado el impulso para las empresas en los Estados Unidos que han querido sacar adelante sus proyectos y simplemente no han podido obtener contratos a largo plazo».

La retórica del presidente Biden, que se presentó como profundamente comprometida con la lucha contra la crisis climática, había “cambiado sustancialmente” en solo una semana, dijo Hutchinson. En marzo, un grupo de empresarios estadounidenses del gas se jactaba de que la creación por parte de Biden del grupo de trabajo de exportación de gas fue una «respuesta directa a la propuesta presentada por los aliados del GNL».

Fred H. Hutchinson

De acuerdo con el diario inglés The Guardian, la adopción del gas natural licuado (GNL), gas que se enfría a -160°C (-260°F) para convertirlo a líquido y poder exportarlo, para desafiar a Putin ha preocupado a los ambientalistas que advierten que eso producirá décadas de emisiones de gas de efecto invernadero, que generan el calentamiento global, y empujará al mundo a una catástrofe climática.

«El hecho de que solo unas semanas después de que se presentaran esas demandas, el presidente Biden estaba convirtiendo los deseos de la industria en política es una acusación condenatoria de un presidente que había prometido abordar la crisis climática», dijo Zorka Milin, asesora principal de Global Witness, que compartió un nuevo informe sobre la escalada en la infraestructura de gas con The Guardian.

Según Milin, la industria del gas de Estados Unidos estaba «lamiéndose los labios» al comienzo de la guerra de Ucrania. «No hay duda de que la aparente capitulación de Biden ante la industria del gas ha abierto la puerta para que estas compañías continúen beneficiándose a espaldas de los que sufren en Ucrania, los que viven cerca de la nueva infraestructura de gas en los Estados Unidos y los millones afectados por el cambio climático a nivel mundial», agregó.

El grupo LNG Allies, que es el nombre operativo de la Asociación de productores de Gas Natural Liquido (LNG) pero no revela públicamente a los miembros o donantes del grupo, ha logrado una serie de notables victorias desde el comienzo de la guerra en Ucrania. LNG Allies quería que se aceleraran las aprobaciones de seis licencias de exportación específicas, y en tres semanas el Departamento de Energía de Estados Unidos, otorgo dos de ellas: el proyecto de Sabine Pass de Cheniere Energy en Louisiana y su operador en Corpus Christi.

Sabine Pass de Cheniere Energy

El Departamento de Energía dijo que las licencias, que permiten a dos instalaciones exportar 203.8 millones de metros cúbicos de GNL, actuará como un “componente importante para la seguridad energética global” al ayudar a los aliados de Estados Unidos en Europa. Señaló que las exportaciones estadounidenses de GNL, crecerá un 20% adicional a finales de este año. Hutchinson declaró: “¡Dos [licencias] abajo y cuatro para salir!”

A finales de abril, se había liberado otras dos licencias de exportación. “¡Cuatro abajo y dos para salir!”, escribió LNG Allies. La vida útil de las nuevas terminales de gas se mide en décadas, lo que supone el fracaso de los objetivos climáticos acordados. La Agencia Internacional de Energía ha dicho que no se puede construir nueva infraestructura de combustibles fósiles si el mundo quiere evitar el peligroso calentamiento global.

Además, la administración Biden ha prometido entregar a la Unión Europea al menos 15,000 millones de metros cúbicos de gas para finales de 2022, lo que equivale a la mitad del gas quemado de España cada año. Estado Unidos comenzó a exportar gas a Europa en 2016, pero ahora se ha convertido en el mayor exportador del mundo, superando a los lideres exportadores de mucho tiempo, Qatar y Australia.

La mayor parte del gas se obtiene del fracking en la cuenca del Pérmico, un área rica en petróleo y gas en los estados de Texas y Nuevo México, antes de ser llevado en oleoductos y en tren a la costa del Golfo de México, donde se enfría y se carga en los barcos.

Tres instalaciones de exportación en construcción en la costa están programadas para consolidar aún más el dominio estadounidense del sector cuando estén completamente operativas para 2025, intercaladas en un paisaje de por sí espeso, con refinerías de petróleo y compañías de plásticos que generan una grave contaminación del aire y ruido que afecta a los residentes cercanos, en su mayoría personas afroamericanas.

El efecto de tanta exportación de GNL, planeada o en construcción, suma aproximadamente la mitad de toda producción total de gas, lo que probablemente hará que aumente el precio del gas al consumidor local, según explicó Clark Williams-Derry, analista del Instituto de Economía de la Energía y Análisis Financiero.

«Está empezando a consumir la cantidad de gas disponible para los consumidores domésticos», dijo Williams-Derry. «Veremos impactos muy severos en los precios domésticos del gas estadounidense. Veremos los impactos durante el tiempo que el ojo pueda ver».