Internacional

La polarización, una tormenta en los hogares

De acuerdo con el reportaje del diario estadounidense The New York Times, el ejemplo de la familia Broe describe perfectamente la polarización que se vive en el entorno de la familia

Washington, D.C. – (Agencias) El sistema democrático de Estados Unidos vive unas tensas horas previas a las elecciones intermedias, donde la polarización política ha permeado en todos los niveles de la sociedad, incluso fragmentado los lazos familiares. En la casa de la familia Broe, hasta el correo se divide.

De acuerdo con el reportaje del diario estadounidense The New York Times, el ejemplo de la familia Broe describe perfectamente la polarización que se vive en el entorno de la familia. Sobre la mesa de la cocina hay pilas separadas de sobre y correos de campañas políticas, en el hogar de la familia en Scottsdale, un suburbio de Phoenix, en Arizona.

Una pila es para la republicana pro-Trump, otra para el liberal, y dos para los demócratas más a la izquierda al estilo de Bernie Sanders. Todos viven bajo el mismo techo, pero con diferentes visiones del mundo, no todos atados a la realidad.

Caroline Broe, de 65 años, es la madre y maestra de música, que cree que una camarilla de demócratas se robó las elecciones de 2020 y han destrozado al país. Cree firmemente que el presidente es un “traidor” que dirige un desastre en la administración. Su esposo, el liberal, cree que Roland Reagan es el último de los políticos electos admirable. Cuestiona la credibilidad de la últimas elecciones, pero cree que el sistema electoral está bien y debería seguir adelante. Su dos hijos están en la izquierda del Partido Demócrata y apoyan al socialismo. Temen que los republicanos están destruyendo la democracia.

En las elecciones de 2016, la discusión estaba tan polarizada que Caroline se fue a vivir temporalmente a un hotel. Su hija, cambia antes de salir el canal de Fox News, y la Sra. Broe lo vuelve a poner. Recibió un mensaje de texto para sus hijos donde les ofrecían 250 dólares por semana por acercar a votantes progresistas, a lo que ella exclamó: “¡Me preocupa que este dinero provenga de Zuckerberg! ¡Está cortejando a la China comunista!”.

De izquierda a derecha: Steve, Carolyn, Jasmine y Jean-René Broe en Viena en junio de 2009. (Foto .Rebecca Noble para The New York Times)

Cuando Caroline expresa sus ideas políticas sus hijos, Jasmine, de 26 años, y Jean-René, de 35, simplemente se estremecen. Su esposo, Steve Broe, un budista practicante y enseña administración y liderazgo, califica sus diferencias como “significativas, pero no trágicas”. En lo que si parece están todos de acuerdo es en que hablar de política se ha convertido en lo que llaman “desencadenante”, y la solución que encontraron fue evitar hablar de ello.

Mientras su madre enseñaba música en el piso de arriba, Jasmine, pasándose las manos por el cabello mientras se sentaba, dijo: “Necesito salir”.  “Considero que la atmósfera política en la casa es el mayor contribuyente a mis problemas de salud mental”, agregó.

Quizá su historia sería extraordinaria si no fuera tan común hoy en día en los Estados Unidos a medida que se acercan las elecciones intermedias el próximo martes. La política se ha vuelto toxica en las familias. Tensa matrimonios, separa hijos e hijas de las madres y separa a los padres. Desde las elecciones de 2020, con la derrota de Donald Trump, la conversación política se convirtió de “charla de coctel” a un campo emocional minado.

Para Jenifer Medina, periodista de asuntos políticos del diario The New York Times, los estadounidenses como muchos en muchos países, han estado en desacuerdo político dentro de las familias y entre generaciones, al fin así es la democracia. Sin embargo, en la policía moderna, inflamada por la desinformación y el tribalismo hostil, a veces violento, de la vida pública, ha llevado al límite lo que alguna vez fueron disputas leves y fugases.

Los Broe resultan ser la encarnación perfecta de su entorno: son uno de los hogares más divididos en uno de los distritos más divididos de Estados Unidos. La economía ha obligado a la familia Broe a vivir junta. Hasta el momento, ni Jasmine ni Jean René han encontrado trabajo en los que ganen suficiente dinero para vivir separados.

La mayor parte del tiempo, los Broe funcionan como cualquier otra familia: como una especie de pequeña empresa, todos trabajan para cumplir con los deberes y obligaciones acordados, en medio de una mezcla constante de humor, aburrimiento y amor. Sin embargo, en los últimos meses, a medida que se desarrollaron las elecciones intermedias en Arizona y que la política volvió a ser central, el partidismo continuó agudizando y agriando su vida hogareña. 

Entre el puñado de cosas en las que todos los miembros de la familia están de acuerdo está esto: los medios de comunicación partidistas han alterado drásticamente sus perspectivas y los han separado aún más. Los hijos culpan a Fox News. Su madre culpa a los infames actores de izquierda que, según ella, manipulan las plataformas de redes sociales que usan sus hijos.