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Trabajadores exige medidas de protección ante el calor extremo

Pero las medidas para proteger al trabajador del calor extremo han enfrentado fuerte oposición de empleadores y han fracasado

Miami, Florida. – (Agencias) Los trabajadores, principalmente migrantes latinos de sectores de la construcción y agrícola en Estados Unidos, han formado una creciente lucha por una ley que asegure su protección ante los calores extremos en el ejercicio de su trabajo.

Pero las medidas para proteger al trabajador del calor extremo han enfrentado fuerte oposición de empleadores y han fracasado. Si bien en California y Washington se han implementado medidas laborales para proteger al trabajador de altas temperaturas, la mayoría de los esfuerzos por imponer las medidas en otros estados han chocado con la oposición de influyentes grupos industriales que tiene una fuerte presencia en la agricultura, la construcción y en otros sectores comerciales de acuerdo con el Registro Público y con las personas involucradas en la cruzada por elaborar nuevas reglas laborales ante los peligros de los climas extremos.

Probablemente el plan de la administración Biden de elaborar nuevas reglas para los trabajos bajo el calor extremo enfrente similar oposición de los influyentes grupos industriales. Mientras tanto, siguen laborado los trabajadores en condiciones de calor extremo que ha derribado todos los máximos históricos registrados.

En las casi dos décadas que ha trabajado en los viveros de plantas del sur de Florida, un horno bajo cubiertas de plástico del invernadero, Sandra Ascencio ha visto más que su cuota de miseria. Ascencio recuerda haber visto el cuerpo de una compañera de trabajo hace varios años en el estacionamiento mientras los paramédicos intentaban reanimarla. La mujer luchaba contra el asma en climas calientes y es posible que haya estado tratando de llegar a su automóvil con aire acondicionado, reflexionó Ascencio.

En 2008, Ascencio colapsó mientras trabajaba en otra guardería. Dijo que sufrió un golpe de calor, perdió el conocimiento y pasó una semana en el hospital.

Florida, es el caso más ejemplar de la oposición empresarios y funcionarios republicanos a la protección del trabajador que enfrentan calores extremos. Un proyecto de ley para prevenir las enfermedades provocadas por el calor fracasó tres veces en una legislatura controlada por los republicanos en los últimos años. Pero detrás de este rechazo se encuentran las poderosas asociaciones comerciales, que representan a las grandes empresas del estado con miles de trabajadores al aire libre, quienes han expresado que su temor es que la ley los exponga a una ola de demandas, dijo Karen Woodall, una cabildera de Florida desde hace mucho tiempo de los problemas de justicia social y económica de los trabajadores.

Los legisladores de Florida habían aprobado en 2020 una ley para evitar los golpes de calor en los deportistas universitarios, pero cuando se les pidió que la extendieran a los trabajadores al aire libre, donde la mayoría de los trabajadores son migrantes latinoamericanos, dejaron morir el proyecto.

Estudio de la Universidad de Washington y la Universidad de Stanford realizados en 2020, encontró que los trabajadores agrícolas promedio en Estados Unidos enfrentan niveles peligrosos de calor durante 21 días por temporada. Si el planeta se calentara 2°C (3.6°F), los días laborables inseguros por temperatura extrema se duplicarían. Hasta el momento se proyecta una calentamiento de 1.5°C en los próximos 5 años.

El aumento de las temperaturas es especialmente peligroso para los trabajadores agrícolas y de la construcción, que tienen las tasas de mortalidad más altas relacionadas con el calor. Aunque es difícil precisar cuántas muertes laborales por calor hay en el país, los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (OSHA) muestran que la exposición al calor mata a un promedio de 40 trabajadores al año, el último dato que se tiene es de 2020, cuando el número llegó a 56 trabajadores muertos, y causa lesiones a más de 3,000 trabajadores. Sin embargo, OSHA dice que sus cifras son  «probablemente grandes subestimaciones» debido a la falta de informes.

No se trata solo del caso de Ascencio. En una reunión el mes pasado de WeCount!, una organización de derechos de los inmigrantes de Miami-Dade que presiona por un estándar estatal de calor, otros trabajadores dijeron que también se habían enfermado.

José Delgado, de 73 años, un hombre de cabello blanco que cosecha batatas dijo que ha sido hospitalizado dos veces por insolación en los últimos cinco años. El trabajador de la construcción Andrés Villegas, de 57 años, dijo que ha visto a hombres con problemas de calor caer de los techos y escaleras. Tuvo su propia experiencia hace unos años. Los trabajadores agrícolas, de campo y de viveros, dijeron que sus jefes no les dan agua o les prohíben hacer una pausa en su trabajo para tomar un trago, lo que les provoca dolores de cabeza, náuseas y mareos.

“Estamos viendo temperaturas por encima de los 100 grados Fahrenheit (38°C)”, dijo Ascencio, de 50 años. “Nos encontramos con trabajadores que nos dicen que sus jefes no les dan ni descansos de 10 o 15 minutos. Saben que es inhumano trabajar en esas condiciones, pero tienen que pagar sus facturas”.