Internacional

Tragedia en la costa de Siria, mueren 71 migrantes ahogados

El jueves por la tarde, frente a las costas de Tartus, las autoridades sirias comenzaron a encontrar los cuerpos de los fallecidos flotando

Beirut, Líbano. – (Agencias) En el más fatal de los hundimientos de los últimos años de un barco de migrantes, que ha partido del Líbano, al menos 71 personas murieron ahogados después de que el barco en que viajaban cientos de migrantes se hundiera frente a la costa de Siria.

Desde 2019, Líbano ha estado sumido en una grave crisis financiera, que el Banco Mundial ha calificado con una de las peores de los tiempos modernos, lo que ha llevado al país a convertirse en una plataforma de partida para la migración del Medio Oriente y norte de África, con sus propios ciudadanos uniéndose a los refugiados sirios y palestinos que claman por abandonar el país.

El jueves por la tarde, frente a las costas de Tartus, las autoridades sirias comenzaron a encontrar los cuerpos de los fallecidos flotando. Basado en los testimonios de los sobrevivientes, el Ministerio de Transporte libanes informó que el barco había partido de la región de Minyeh, en el norte del Líbano, el martes pasado con destino a Europa, con un número de pasajeros a bordo entre 120 y 150.

Entre los fallecidos se encontraba Mustafa Misto, un ciudadano libanes que se encontraba en el barco junto con su esposa y sus tres hijos. Según la agencia de noticias Reuters, su familia estaba recibiendo las condolencias en su apartamento en el empobrecido barrio de Bab Al-Ramel, en la ciudad de Trípoli, al norte del Líbano. «No tenemos a nadie más que a Dios», gritó un anciano pariente mientras los dolientes presentaban sus respetos.

Por su parte, el ministro de Trasporte del Líbano, Ali Hamie, quien había informado del número de fallecidos, dijo que habían sobrevivido 20 personas que estaban siendo tratados en hospitales de Siria, la mayoría de ellos ciudadanos de ese país. Alrededor de un millón de sirios viven en el Líbano como refugiados.

Ali Hamie

«Casi el 90% de los refugiados sirios no tienen residencia legal en el Líbano. Esto los pone en riesgo de ser arrestados y deportados, y también limita su acceso al empleo», dijo Aya Majzoub, investigadora sobre el Líbano de Human Rights Watch.

«Al mismo tiempo, ha habido una ola de xenofobia y discurso de odio dirigida hacia los refugiados, particularmente por parte de los políticos libaneses que los están convirtiendo en chivos expiatorios de la crisis económica”. Y, agregó: «No es difícil ver por qué muchos refugiados sienten que no tienen otra opción más que tomar estos viajes tan peligrosos para tratar de salir del Líbano».

En el mismo sentido, un portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones dijo que se estaba trabajando para conocer lo que había sucedido e insistió que los migrantes y los refugiados “no deberían sentirse obligados a recurrir a viajes tan peligrosos y mortales en busca de seguridad o una vida mejor».

Tartus es el puerto más meridional de los principales puertos de Siria. Se encuentra a unas 30 millas (50 km) al norte de la ciudad portuaria libanesa de Trípoli, donde se cree que los pasajeros abordaron.

Wissam al-Talawi, de la región norteña de Akkar en el Líbano, estaba entre los sobrevivientes y estaba siendo tratado en el hospital, dijo su hermano Ahmad a la Agence France-Presse. Las dos hijas de Wissam, de cinco y nueve años, murieron en el hundimiento. Sus cuerpos habían sido devueltos al Líbano, donde fueron enterrados la madrugada del viernes, dijo Ahmad. La esposa y los dos hijos de Wissam seguían desaparecidos, dijo. «Se fueron hace dos días. Mi hermano no podía pagar sus gastos diarios, o el costo de inscribir a sus hijos en la escuela».

De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, citando a la agencia de la ONU para los refugiados, entre 2020 y 2021, las personas que habían abandonado o intentado salir del Líbano por mar casi se habían duplicado. El número volvió a subir más del 70% en 2022. El colapso financiero del país ha impulsado la migración. La tasa de pobreza en este país, con una población de 6.5 millones, se ha disparado, informó el diario inglés The Guardian.

En abril pasado, otra tragedia puso de luto al país después del hundimiento de un barco de migrantes abarrotado, que era perseguido por la marina libanesa frente a la costa de Trípoli, lo que provocó la ira en el país, en circunstancias aún sin estar del todo claras. Algunos a bordo dijeron que la marina había embestido su embarcación, pero las autoridades dijeron que los contrabandistas habían intentado maniobras de escape imprudentes. Muchos de los cuerpos nunca fueron recuperados.

A principios de este mes, la guardia costera de Turquía anunció la muerte de seis personas, incluidos dos bebés, y rescató a 73 personas que intentaban llegar a Europa frente a la costa de la provincia suroccidental de Mugla. Según los informes, habían abordado en Trípoli en un intento de llegar a Italia.

La mayoría de los barcos que parten del Líbano se dirigen a Chipre, un estado miembro de la Unión Europea que se encuentra a 110 millas al oeste.