La manzana es una de las frutas que se asocia directamente con la pérdida de peso. Uno de sus beneficios es que resulta fácil de comer ya que no necesita que esté acompañada por algo más.
Si bien el proceso de adelgazamiento es un camino largo, la ingesta de estos alimentos es fundamental cuando se intenta adelgazar más rápido. Incluso, acompañada con algún aditivo, como la miel, es aún mejor que un snack.
Propiedades benéficas de la manzana
La fibra y la pérdida de peso van de la mano. Por ello, la manzana resulta la mejor opción para bajar esos kilos de más que ya no aguantamos. No solo da fibra, sino también agua y si hay un aumento de la hidratación, el organismo contribuye a la pérdida de peso y de grasa.
La fibra es saciante, por ende, corta el apetito y evita que caigamos en otras tentaciones. Mientras más fibras se obtenga de las manzanas, más fácil será aumentar el metabolismo, ya que ayuda a promover bacterias intestinales saludables.
Dato extra: las manzanas cuentan también en su composición con un antioxidante llamado quercetina, que es capaz de reducir la inflamación en el cuerpo.
Cómo y cada cuánto comer una manzana
La manzana cruda y con piel es rica en fibra soluble e insoluble, un nutriente que regula la función intestinal y previene el estreñimiento. Esta fruta, pelada y cocida, proporciona pectina, un tipo de fibra soluble capaz de retener agua, lo que redunda en una mejora de la diarrea si se come en compota o asada sin piel.
También tiene cualidad astringente si se come cruda, pero debe rallarse y oscurecerse para que actúen los taninos, sustancias que contiene la manzana con propiedades astringentes y antiinflamatorias.
¿Cuáles son los mejores momentos para comer una manzana?
- En el desayuno, mejor que a media mañana, ya que esta fruta aporta aporta al desayuno nutrientes y vitaminas, que además de ayudar a mantener la hidratación, evita el estreñimiento.
- Incluso puedes comer fruta antes de las comidas, lo cual puede ayudar a adelgazar ya que, como contiene fibra, es un alimento saciante. Aún así, se viraliza la falsa creencia de que después de las comidas, la fruta fermenta en el estómago.
- Antes de ir al gimnasio también es una buena opción porque aporta azúcares intrínsecos que se quemarán durante el ejercicio. Asimismo, puedes tomarla después, ya que ayuda a reponer los depósitos de glucógeno que quemamos.
