Tulsa, Oklahoma. – (Agencias) El atacante de Tulsa cansado del dolor que le producía una operación de la espalda, hecha el mes pasado, culpó a su médico y adquirió el rifle e irrumpió en el edificio médico anexo al Hospital Saint Francis en Tulsa, Oklahoma, matando a cuatro personas y disparándose él mismo, informó la policía.
Michael Louis, de 45 años, compró un rifle de asalto semiautomático y condujo hasta el hospital, buscando específicamente a su médico, Preston Phillips, dijo el jefe de la policía de Tulsa, Wendell Franklin, a los periodistas el jueves. Louis mató a Phillips y a otra doctora; Stephanie Husen, a la recepcionista y enfermera, Amanda Glenn y a William Love, que acompañaba a su esposa esa mañana, según dijeron sus familiares. “Se interpusieron en el camino y él los disparó”, dijo Franklin.
El ataque, uno más, se suma a una ola de tiroteos masivos que han azotado a los Estados Unidos y ha renovado los llamamientos para endurecer las leyes para el control de armas. Mientras la nación enfrenta las masacres de un supermercado en Buffalo y de una escuela primaria en Uvalde, Texas, en menos de una semana, los familiares y amigos de las cuatro víctimas de Tula lloran su propia perdida. Un cirujano ortopédico muy respetado. Un brillante médico de medicina deportiva. Un veterano de Vietnam. Una cariñosa madre de hijos.
De acuerdo con el informe de la policía de Tulsa, Louis fue operado el 19 de mayo por el Dr. Phillip. Fue dado de alta en menos de una semana y, en los días posteriores a su salida, llamo varias veces quejándose de su dolor y solicitando un tratamiento. Un día antes del tiroteo, el Dr. Phillips atendió a Louis. Al día siguiente, el fatídico miércoles, Louis llamó quejándose del dolor y pidiendo ayuda, cuya naturaleza exacta no fue revelada por la policía.
Ese día, a las 2 p.m., Louis compró un rifle semiautomático de asalto, calibre .223, y se dirigió al hospital, también con una pistola calibre .40 que había comprado el domingo en una casa de empeño. Todas las armas fueron adquiridas legalmente, dijo la policía.
Ese día, mientas Louis iniciaba el tiroteo, se realizaban la exequias de las víctimas de la escuela primaria de Uvalde, en Texas, y, en Nueva York, un joven blanco acusado de matar a 10 personas afroamericanas en la tienda de comestible de Buffalo el 14 de mayo, era acusado de 25 cargos incluyendo terrorismo domestico y crimen de odio.
