Biden vs Trump: la siguiente batalla

Washington, D.C. – (Agencias) Para los estadounidenses, estas elecciones presidenciales marcarán un hito en la historia de su país. Si bien el escrutinio todavía no ha terminado los candidatos, el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden, ya han insinuado que habían ganado. Trump incluso habló de fraude electoral.

La situación.

Habrá que reconocer que una parte de los estadounidenses esta convencida de que el conteo de los votos posterior al día de la elección es injusto. Esto ha sido alimentado por el propio presidente del país, Donald Trump, quien ha acusado a los partidarios de los demócratas en los estados de “haber manipulado” los resultados a favor de su candidato, Joe Biden.

Trump ya felicitó a sus partidarios por la victoria, aunque las posibilidades de ganar son cada vez más desalentadoras. Ha recurrido a un viejo truco electoral, pero parece que no le funcionó. Si Trump pierde, será el primer presidente en 30 años en perder una reelección. Por esto es, por lo que se ha convertido en una cuestión de reputación para él.

Lo mismo para Biden, que ha participado en tres elecciones presidenciales. Biden es un viejo político de los pasillos del poder en Washington. Con la experiencia acumulada a lo largo de los últimos cincuenta años. En cambio, Trump es un advenedizo político que llegó a partir de su elección como presidente en 2016. Sin embargo, ambos han demostrado contar con enorme apoyo entre la población.

Ambos están decididos a no perder la batalla. Trump es quien parece se ha inclinado por no reconocer los resultados del escrutinio posterior al día de la elección en algunos estados clave. Esto traerá una crisis jamás vivida ni por la sociedad ni por el sistema estadounidense.

La democracia esta a prueba en Estados Unidos. Normalmente en las democracias, y Estados Unidos se jacta de eso, la transición del poder se realiza de manera pacífica. Pero esto puede, esta vez, no suceder.

La siguiente batalla

Lo que ha quedado claro es que el presidente Trump se negará a reconocer la derrota ante Biden. Esto lo llevaría a no reconocer los resultados electorales. De hecho, ya lo está haciendo, ha llevado ya demandas a los tribunales. Demanda el alto al escrutinio.

Trump enfocó sus baterías legales a tres estados clave: Michigan, Pensilvania y Georgia. Los abogados de la campaña de Trump, alegan que no se les permitió entrar a observar el conteo de las boletas en estos estados donde aún la situación no está clara. El equipo del presidente asegura que se trata de posibles fraudes en varios de los centros escrutadores.

Este escenario ya se había prefigurado. El hecho de que los demócratas alentaran a sus seguidores a votar adelantado por correo, mientras los republicanos prefirieron votar el día de la elección, haría que los primeros resultados que se reflejarían serían a favor de Trump, lo que daría una falsa sensación de triunfo para este.

El caso del estado de Michigan es el más emblemático. Ahí, Trump llevaba la delantera tras haber contado el 81% de los votos, pero después de contar centenares de votos por correo dieron a Biden el triunfo.

Michigan se volvió “azul” de nuevo. la mayoría de los votos por correo se movieron a favor de Biden, y esto hizo que el equipo de abogados de Trump asumieran el supuesto fraude y presentaron una demanda. Pero también, los abogados pedirán un recuento en Wisconsin, donde Biden ganó por un margen muy estrecho.

El director de campaña de Trump, Bill Stepien, se refirió a cierta «irregularidad en algunos condados de Wisconsin».

Actualmente son cinco estados los que deciden al futuro presidente: Carolina del Norte, Pensilvania, Georgia, Nevada y Arizona. De acuerdo a las proyecciones, los tres primeros los encabeza Trump, mientras que los dos últimos los liderea Biden.

Biden tiene mas alternativas de ganar después del triunfo en Michigan. Si ganara Arizona y Nevada, le daría los 270 votos al Colegio Electoral. Trump tiene que ganar los tres donde lidera, y competir por arrebatar Arizona.

Si analizamos el mapa electoral en detalle, condado por condado, veremos que la mayoría absoluta de los casos la gente en las zonas rurales vota por Trump, mientras que en las mayores zonas urbanas los votantes optan por Biden. En otras palabras, el apoyo al candidato republicano es fuerte en las zonas más conservadoras del país.

Ganar en la Corte Suprema.

Trump anunció que recurrirá a la Corte Suprema para detener el escrutinio del voto por correo. No es la primera vez que se dirima una elección presidencial en el Tribunal Supremo. En 2000, se recurrió a la Corte por el asunto del computo de votos en Florida, que a la postre le dio el triunfo a George W. Bush sobre Al Gore, que ganó el voto popular.

Si tomamos en cuenta que seis de los nueve magistrados de la Corte Suprema fueron nombrado por Trump, se puede especular con cierta razón que el falló favorecería a Trump.

De ahí la importancia de haber nombrado de una manera rápida a la sustituta de la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg, la católica conservadora Amy Coney Barrett. Logrado por una triquiñuela de los republicanos quienes, en un caso similar, cuando Obama era el presidente, impidieron nombrar a un sustituto de la Corte por tener las elecciones cerca. Esta vez lo olvidaron.

Cuando Trump dice que acudirá al Tribunal Supremo entiende perfectamente que con toda probabilidad contará con el apoyo de la mayoría de los jueces. Por eso se puede deducir que la verdadera batalla electoral solo está por empezar.

Los Observadores de Europa.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) acusó a Trump de haber abusado de su poder en el transcurso de las elecciones. Según el jefe de la misión de observadores que representó a la OSCE, Michael Georg Link, el candidato republicano denunció fraude en el proceso electoral en Estados Unidos sin haber presentado ninguna prueba contundente.

Los expertos de la OSCE, por su parte, informaron sobre ciertas dificultades para ejercer su trabajo en los comicios presidenciales. Esto tiene que ver con el hecho de que en algunos estados la presencia de observadores internacionales está prohibida.

Los expertos aconsejan que la prohibición sea retirada con tal de que la votación y el escrutinio sean más transparentes. En cualquier caso, los observadores decidieron respetar la ley y no asistieron a los colegios en dichos estados.

El conteo de las últimas papeletas sigue en varios estados. En algunos de ellos el escrutinio seguirá durante una semana porque hay una gran cantidad de votos enviados por correo. El resultado final se conocerá solo el 8 de diciembre cuando, según lo previsto, terminarán todos los procesos judiciales en torno al conteo.