Washington, D.C. – (Agencias) Un personaje poco conocido, encargado por el presidente Donald Trump para entregar los recursos necesarios para la transición se niega a firmar la carta de liberación y entregarlos. Una muestra más de que Trump sigue sin reconocer su derrota, y podría entorpecer la transferencia de poderes en Washington, de acuerdo con The Post.
La directora de la Administración de Servicios Generales (GSA), Emily Murphy, tiene un papel poco conocido en la elección de un presidente de Estados Unidos. Es la encargada de firmar la documentación oficial que libera los millones de dólares para el candidato ganador, así como otorgarles oficinas y apoyo logístico y de recursos para ejercer su tares en la transición.
Esto equivale a un reconocimiento tácito del ganador en las elecciones, fuera de los noticieros. Casi 36 horas después de que los medios proyectaran a Joe Biden como el ganador, Murphy, la administradora de la GSA, no ha firmado la carta, según publicó The Washington Post.
Y por lo que se observa, la administración de Trump no reconocerá el triunfo de Biden. Esto seria inédito en la historia de Estados Unidos, con excepción del año 2000, en que la Corte Suprema decretó el recuento en la disputa George W. Bush y Al Gore en el mes de diciembre.
Una portavoz de la GSA, Pamela Pennington, escribió en un correo electrónico: “Aún no se ha determinado”. “Y su administración seguirá cumpliendo y cumpliendo con todos los requisitos de ley”.
Esa declaración deja a los expertos en la administración federal una pregunta: ¿Cuándo comienza la entrega de una administración saliente, cuando el presidente ha agotado todos sus recursos legales, o con el voto formal del Colegio Electoral el 14 de diciembre? Quedan 74 días para el Día de la Inauguración, el 20 de enero, cuando Biden asumirá el cargo.
Un alto funcionario de la administración Trump, que pidió el anonimato porque no estaba autorizado a declarar, dijo que “ningun jefe de la administración saldrá por delante del jefe en las cuestiones de la transición en este momento”.
El funcionario dijo tambien que es muy seguro se les prohíba a los jefes y directores de la administración a hablar con alguien del equipo de Biden.
Esta situación ha puesto a Murphy en el centro de la miradas. Su trabajo de cuatro años ha estado rodeado de controversias que involucran al presidente. de acuerdo con The Post, es un perfil demasiado alto para una agencia poco conocida fuera de Washington.
El representante demócrata Gerald E. Connolly, quien dirige un panel de supervisión de la Cámara de Representantes sobre las operaciones federales, dijo que “su acción tiene que ser condenada”. «Es un comportamiento que es consistente con su sumisión a los deseos del propio presidente, y es claramente perjudicial para la transición ordenada del poder».
El retraso tiene implicaciones tanto simbólicas como prácticas.
