Washington, D.C. – (Agencias) Joe Biden, presidente de Estados Unidos, anunció la prohibición de la importación de petróleo, gas y carbón ruso, luego de días de conversaciones y estudios de los funcionarios para “cuidar” la economía global de un shock energético, de acuerdo con el testimonio de 4 personas cercanas al asunto y citadas por The Washington Post.
Esta decisión representa una de las sanciones de mayor alcance de Estados Unidos contra Rusia desde que comenzó la guerra y tendrá enormes consecuencias geopolíticas y económicas, aunque los energéticos ya han aumentado desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, creando nuevos costos para las empresas y los consumidores.
Por su parte, la Unión Europea, que depende más de la importación de los energéticos rusos, anunció el martes un plan tendiente a reducir hasta dos tercios, una reducción drástica, las importaciones de gas ruso, pero no corta por completo los lazos energéticos con Rusia.
En total, las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea quitarán a Rusia una de sus principales fuentes de ingresos, pero también generarán un impacto en la economía global que podría dañar gravemente numerosas economías nacionales. El impacto de la invasión ya domina la caída de las bolsas del mundo, la inflación y el alto costo de los energéticos.
La prohibición de las importaciones de los energéticos rusos ya venía ganando adeptos dentro del equipo de la Casa Blanca, así como en los dos partidos en el Congreso, a medida que llegan las imágenes desde el frente de guerra. Estados Unidos ya había implementado una serie de sanciones, incluidas las impuestas a su Banco Central y a las fortunas de los millonarios rusos cercanos a Putin.
Aunque la Casa Blanca había tratado de proteger del impacto de la prohibición de las importaciones de los energéticos rusos a los mercados mundiales, se veía el aumento del precio de las gasolinas en Estados Unidos. El precio promedio nacional de la gasolina el martes fue de 4.17 dólares el galón, según la Asociación Americana de Automóviles (AAA), en comparación con los 3.62 fe hace un mes y a los 2.77 de hace un año.
Sin embargo, las presiones de los partidos ante el Congreso por el recrudecimiento de los ataques rusos a la población civil, los cálculos cambiaron en la administración Biden. De acuerdo con The Washington Post, a medida que la prohibición ganaba adeptos en la capital, funcionarios de la Casa Blanca exploraron en los últimos días una serie de medidas para llenar el hueco que dejará la prohibición rusa en el propio Estados Unidos y otros países.
Entre las medidas posibles incluye el aumento masivo de la producción de “bombas de calor” para la Unión Europea, la liberación adicional de las reservas de petróleo de los Estados Unidos y una exención fiscal a las gasolinas para proteger a los consumidores nacionales, según funcionarios citados por The Washington Post.
También, la Casa Blanca está considerando ampliar el impulso a su agenda de energías limpias como parte de una política de reducir la dependencia de países productores de petróleo con gobiernos autoritarios, dijeron las personas familiarizadas con el asunto.
Sin embargo, los expertos consideran que muchos de estos esfuerzos podrían tardar meses, si no años en materializarse, y las consecuencias internas a corto plazo de la prohibición rusa podrían ser graves. Esto con los precios del petróleo ya subiendo y con un Dow Jones sufriendo una caída de 800 puntos el lunes, una caída de 2.4%.
En el caso de que la Unión Europea se una a la prohibición de los energéticos rusos, Reino Unido ya lo hizo, los viajeros verán un costo de arriba de 5 dólares por galón, según la estimación de Bob McNally, consumidor y presidente de Rapidan Energy Group, una firma investigadora de mercados energéticos, y exfuncionario de la administración George W. Bush.
Los efectos son para muchos sectores de la economía. El aumento de las gasolinas afecta a las aerolíneas, quienes trasladan sus costos a los consumidores aumentando sus precios. Los transportistas a menudo cambian su comportamiento, reduciendo sus viajes. Y los precios de los productos que son transportados también aumentan, creando una ola inflacionaria. Actualmente Rusia produce alrededor del 11% del petróleo del mundo, unos 10.5 millones de barriles por día.
Para McNally, “si Estados Unidos y Europa prohibieran las importaciones del petróleo ruso, habrá una recesión mundial”. “Si prohibimos las exportaciones de petróleo de Rusia, la economía global se apagará bastante… Lo único sería la destrucción de la demanda, lo que supondría un aplastante aumento de precios. No veo ninguna salida”.
“La historia recordará mucho mejor lo que hicimos o no hicimos para defender la libertad que la tasa de inflación o el precio de la gasolina en la primavera y el verano de 2022”, dijo Larry Summers, un exsecretario del Tesoro demócrata que permanece en estrecho contacto con altos funcionarios de la Casa Blanca.
La medida de Biden para cerrar las importaciones de petróleo ruso se produjo después de una semana de creciente presión del Capitolio, donde los líderes de ambos partidos aceptaron los pedidos de prohibición, incluida la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata por California.
