Internacional

Precios de la gasolina golpean a la administración Biden

Si algo afecta a los bolsillos de los norteamericanos de inmediato se prenden las alertas políticas

Washington, D.C. – (Agencias) El panorama para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los demócratas, con miras a las próximas elecciones intermedias en el país, con la posibilidad que pierdan el Senado y los republicanos aumenten sus representantes en la Cámara, es cada día más obscuro. La amenaza de la inflación y los aumentos de los precios de los energéticos ha obligado al presidente ha advertir que la inflación “no es algo inevitable” y reconoce que los estadounidenses están deprimidos.

Si algo afecta a los bolsillos de los norteamericanos de inmediato se prenden las alertas políticas. Es ampliamente conocido que eso influye en las intenciones de voto y han hecho caer las más optimistas esperanzas de la administración Biden.

Los asesores de la Casa Blanca han explorado durante estos días varias opciones para tratar de responder a los altos precios de los combustibles fósiles, incluso retomando viejas ideas que habían sido rechazadas, desesperados por demostrar que la administración está tratando de abordar la frustración de los votantes por el aumento a la hora de cargar en la estación de servicio.

Se retomó la idea de enviar tarjetas de reembolso a los millones de conductores estadounidenses para ayudarlos a la hora de pagar su gasolina, una idea que ya la habían desechado. Algunos de los asistentes de Biden descubrieron que la escasez de chips afectaría la producción de las tarjetas. Por otro lado, algunos plantearon que no habría forma de evitar que los consumidores la usaran para la adquisición de otros productos que no fuera gasolina, de acuerdo a funcionarios cercanos a las discusiones. Incluso, en caso de que lo decidiera la administración, deberá aún pasar por la aprobación del Congreso y enfrentaría grandes probabilidades que los legisladores rechacen gastar más dinero.

El precio del diésel se ha disparado amenazando a la industria de camiones y al trasporte marino, aunque los expertos ven poco probable una escasez por ahora. Incluso, los asistentes de Biden ha considerado evocar la Ley de Producción de Defensa para que ante la posibilidad de una escasez local de diésel, y otros productos refinados, puedan ser movidos por la cadena de distribución del ejército.

Los que está sucediendo en la Casa Blanca, con ese remolino de ideas buscando una que ayude a bajar los precios de las gasolinas, muestra que se han convertido en la principal amenaza de Biden y un obstáculo serio para la economía nacional. Mientras, la Casa Blanca ha tomado una serie de medidas para atacar el problema, comprometiéndose a realizar una liberación histórica de las reservas de petróleo del país y, el miércoles, envió una carta a las refinerías pidiéndoles aumentar la producción y criticando sus ganancias.

Biden también ha tratado de que se aumente la producción internacional de petróleo, presionando a los productores y coordinando la liberación de las reservas nacionales con sus aliados, incluso se ha permitido a Chevron que importe petróleo de Venezuela y ha quitado algunas restricciones al gobierno de Maduro.

Sin embargo estas medidas no lograron ayudar sustancialmente. Por primera vez este fin de semana, el precio promedio de las gasolinas superó los 5 dólares el galón, un aumentó de cerca al 11% con respecto al mes pasado según la American Automobile Asociation (AAA); aunque el jueves y viernes bajaron, se mantiene en 5 dólares.

Las encuestas muestran un enojo de la sociedad estadounidense, lo que aumenta la posibilidad de que castiguen con su voto a los demócratas en las elecciones legislativas del año que viene. Los funcionarios de la administración Biden se han apresurado a revisar todas las posibilidades de respuesta de política federal. De acuerdo con personas familiarizadas con las reuniones, también han discutido pedirles a los gobernadores reduzcan o eliminen sus impuestos a las gasolinas.

Biden, por otro lado, defendió el miércoles lo hecho por la administración diciendo que se está haciendo todo lo posible para reducir los costos de las familias, incluso en la estación de servicio, frente a los inmersos “vientos en contra”.

“Estoy haciendo todo lo que está a mi alcance para mitigar el aumento del precio de la gasolina de Putin”, dijo Biden, refiriéndose al presidente ruso, Vladimir Putin. “Vamos a trabajar para bajar los precios de la gasolina y los alimentos. Podemos ahorrar dinero y otros artículos a las familias”.

Vladímir Putin (i) y Joe Biden (d)

El aumento del gas es multifactorial pero se agudizó debido a la guerra en Ucrania y las sanciones a Rusia, que interrumpieron el suministro del que había sido el tercer productor de gas en el mundo. Rusia dejó de producir más de 1 millón de barriles diarios debido a las sanciones a la exportación que ha complicado la venta al extranjero, dijo Rory Johnson, analista de Commodity Contex.

De acuerdo con la Administración de Información de Energía, las refinerías necesarias para convertir el petróleo en gas y otros producto se encuentran al límite, con las refinerías rusas cerradas y la capacidad de refinación de Estados Unidos se encuentra reducida un 5% aproximadamente.